La lesión por esfuerzos repetitivos (LER) es una frase para
todo lo que se aplica a diversas dolencias, siendo la tendinitis (inflamación
del tejido fibroso que conecta el musculo con el hueso en los brazos y dedos)
el tipo más común.
Aunque no se trata de un fenómeno nuevo, pues el aumento de
las computadoras y sobre uso de estas, han causado un rápido ascenso del número
de casos durante los últimos quince años. Hace ya tiempo que los pianistas son
conscientes del peligro que entraña practicar en exceso, pero el aumento del
número de guitarristas con este tipo de problemas en los brazos y dedos data de los ochenta, cuando el estilo
guitarrístico tomó un rumbo que requería mucha destreza y que hizo que todo
guitarrista con un poco de amor propio se lanzara a la búsqueda del
virtuosismo. Échales la culpa a Steve Vai y a Allan Holdsworth por esos
“acordes insólitos” que abarcan siete trastes y te retuercen los dedos (por no
mencionar a Yngwie, Van Halen o Rhoads).
En la mayoría de los casos, las LER de los guitarristas se
deben a la repetición indiscriminada, ya sea de un interminable ejercicio de
velocidad en una sola cuerda o incluso de un aparentemente inocuo rasgueo funky
a semicorcheas. La dificultad a la hora
de reconocer y tratar las LER empieza con la extensa variedad de síntomas que
presentan. Estos síntomas incluyen el entumecimiento y una ligera pérdida de
flexibilidad en los dedos, hinchazón, una sensación de quemazón y
enrojecimiento en los antebrazos y hasta los codos, y un frío intenso en los
hombros que puede incluso remitir el dolor a la espalda y cuello”.
Dependiendo de los signos, existen varios problemas
sutilmente diferentes que pueden ser la causa de tu malestar. Para los
guitarristas escoge tres con los que hay que tener un especial cuidado:
tenosinovitis (molestias en los dedos y/o en los antebrazos debidas a la
inflamación del revestimiento de las vainas que guían y lubrican los tendones);
el síndrome de túnel carpiano (dolor en las manos debido a la presión ejercida
en el nervio mediano, potencialmente por ladear la muñeca en exceso) y
epicondilitis (dolor en los codos y en los antebrazos, equivalente al codo de
tenista o de golfista pero igualmente una auténtica amenaza para los músicos
que cargan con pesados amplificadores. ¿Alguno tiene brazo de técnico de
escenario?
El tratamiento de todos estos problemas requiere
invariablemente descanso, aunque éste se puede complementar con
anti-inflamatorios, fisioterapia, quiropráctica y masajes. En casos extremos,
puede ser necesario enyesar o incluso cirugía para cortar las secciones
destrozadas del tendón. La inmensa mayoría de los guitarristas no tienen por
qué preocuparse, y no se debe confundir ninguna de las lesiones descritas
arriba con entumecimientos y ligeros calambres, mucho menos importantes, que
cabe esperar del ejercicio y desarrollo muscular, como ocurre en los
entrenamientos físicos “normales”. Por último, la consigna es la moderación y
la norma de no tocar nunca con dolor.
Para aquellos que estén resueltos a seguir un régimen de estudio agotador, es
necesaria la disciplina: calienta con estiramientos suaves y metódicos de dedos
y brazos para mejorar la circulación; haz descansos frecuentes y sistemáticos;
cambia de tipo de ejercicios durante el entrenamiento y trata de encontrar una
técnica eficiente que minimice la presión de la mano izquierda en los trastes.
Gracias por la publicación Mauricio !!esta excelente!!!
ResponderEliminarGracias, espero te sea de ayuda. Saludos
ResponderEliminarGracias por la publicación.. tema preocupante a la hora de ejecutar un instrumento.
ResponderEliminarQuisiera saber que.ejercicios se recomiendan para calentar antes de Tocar gracias!!
Pronto haremos un artículo al respécto. Gracias por escribirnos
ResponderEliminarme interesa tu blog, si queres llegar a mas musicos, contactate con nosotros info@musicosindependientes.com
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